Jojo Rabbit (2019), dirigida por el polifacético Taika Waititi, es una de esas películas que trascienden las fronteras de lo convencional para ofrecer una reflexión profunda sobre la naturaleza del odio, el adoctrinamiento y la inocencia perdida. Con un tono que transita entre la sátira y el drama, la película nos presenta un relato inesperado sobre la Segunda Guerra Mundial, contado desde la perspectiva de un niño en la Alemania nazi, todo aderezado con el humor característico de Waititi.
El Nazismo a Través de los Ojos de un Niño
La película sigue a Johannes «Jojo» Betzler (Roman Griffin Davis), un niño de 10 años que vive durante los últimos días del régimen nazi. Jojo es miembro de las Juventudes Hitlerianas y un ferviente seguidor de Adolf Hitler, al punto de tenerlo como amigo imaginario, interpretado de manera caricaturesca por el propio Waititi. A lo largo de la historia, Jojo enfrenta una serie de revelaciones que desmoronan su visión del mundo, especialmente cuando descubre que su madre, Rosie (Scarlett Johansson), está ocultando a una joven judía, Elsa (Thomasin McKenzie), en su casa. Esta situación obliga a Jojo a confrontar sus creencias profundamente arraigadas y a replantear su visión del «enemigo», lo que desencadena una transformación emocional y ética.
Humor y Tragedia, una firma del director
Lo que distingue a Jojo Rabbit de otras películas sobre el nazismo es su tono inusualmente ligero y satírico, algo que puede parecer arriesgado o incluso inapropiado dado el contexto histórico. Sin embargo, Waititi logra equilibrar el humor absurdo con el drama emocional de una manera que añade profundidad al mensaje de la película.
El Hitler imaginario de Jojo no es el tirano histórico al que todos conocemos, sino una figura ridícula y exagerada que representa las ideas absurdas e infantiles que Jojo ha internalizado. Este enfoque humorístico sirve para desarmar la figura de Hitler y el régimen nazi, reduciéndolos a meras caricaturas. De este modo, Waititi crea un espacio donde el espectador puede reírse de la ideología totalitaria mientras reflexiona sobre los peligros del adoctrinamiento ciego.
El Viaje Emocional de Jojo: De la Ceguera a la Empatía
Aunque el humor es una herramienta poderosa en la película, Jojo Rabbit también aborda temas profundamente humanos. La relación entre Jojo y Elsa es el eje emocional del filme, ya que Elsa, una joven judía escondida en el ático, desafía las ideas preconcebidas que Jojo ha heredado. A través de su interacción, Jojo comienza a ver más allá de la propaganda y descubre que su enemiga, lejos de ser el monstruo que le han enseñado, es una persona con sus propias luchas y miedos.
Este cambio en Jojo no ocurre de la noche a la mañana, sino que es un proceso gradual, cargado de momentos de conflicto interno. La película aborda cómo el odio es una construcción artificial que puede ser desmantelada a través de la empatía y la comprensión.
Estética y dirección: El uso de los colores y la música
La estética visual de Jojo Rabbit es otro de sus puntos fuertes. La paleta de colores vivos y brillantes, que parece más acorde a una comedia que a una película de guerra, refleja la visión infantil de Jojo, llena de optimismo y simplificaciones. A medida que Jojo madura y su mundo se desmorona, la cinematografía cambia, volviéndose más oscura y realista, una representación simbólica de su crecimiento emocional.
El uso de la música es igualmente notable, con una banda sonora que incluye versiones en alemán de canciones populares como «I Want to Hold Your Hand» de los Beatles.
La Crítica y el Impacto Social
Cuando se estrenó, Jojo Rabbit fue objeto de controversia, ya que su enfoque cómico sobre el nazismo y la guerra no fue bien recibido por todos. Algunos críticos se preocuparon de que una película satírica sobre Hitler podría trivializar el horror del Holocausto. Sin embargo, la intención de Waititi no es hacer comedia de la tragedia, sino usar el humor para exponer la irracionalidad del odio y el extremismo.
Además, Jojo Rabbit tiene un mensaje actual y necesario. En una era donde el extremismo y la polarización están en aumento, la película recuerda la importancia de la empatía y de ver al «otro» como ser humano. Waititi, siendo de ascendencia maorí y judía, utiliza esta historia para desafiar los prejuicios raciales y las ideologías de odio, recordando que el amor y la comprensión son las armas más poderosas contra la intolerancia.
Una Película Que Invita a Reflexionar
Jojo Rabbit es una obra maestra única que combina humor, ternura y tragedia para contar una historia que va más allá de su contexto histórico. A través de los ojos de un niño adoctrinado, la película nos invita a reflexionar sobre cómo las ideas de odio se construyen y cómo pueden ser derribadas a través de la empatía. Taika Waititi, con su inconfundible estilo, logra crear una película que, a pesar de abordar temas oscuros, nunca pierde la esperanza ni la humanidad.
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